viernes, 21 de noviembre de 2014

UNA HISTORIA PARA REFLEXIONAR



PATO O ÁGUILA …?

Rodrigo estaba saliendo del aeropuerto y necesitaba un taxi para llegar a su domicilio. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi, le alcanzó un cartón plastificado y le dijo: “yo soy Willy, su chofer, mientras pongo su equipaje en la maletera me gustaría que lea mi Misión”. Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Llevar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica posible, brindándoles un ambiente amigable” Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio, sin una mancha!! Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo: “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café normal y descafeinado”. Rodrigo bromeando le dijo: “No, preferiría una gaseosa” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo un hielera con gaseosas normales y dietéticas, agua y jugo de naranja”. Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomaré la gaseosa dietética” Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo diario Gestión, El Comercio, Caretas y Selecciones…” Al comenzar el viaje, Willy le entregó a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y el tipo de música que tocan, si es que quiere escuchar la radio” Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenía el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?” Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre, de hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primeros cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. Él decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato, sé un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”. “Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente hablando de mí. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”. “Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio, posiblemente haya contado esta historia a más de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería”.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa: El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas. No importa si trabajas en una oficina, en un banco, en mantenimiento, eres maestro, servidor público, político, ejecutivo, vendedor, empleado o ingeniero, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?

Eres pato o águila? tú decides…

Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. 

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